Cuando Sophie desentierra aquella peculiar caja de madera en el bosque cercano a su ciudad, Ángora, no puede ni imaginarse que acabará tomando parte de algunos de los acontecimientos que darán un giro radical a la historia de Perseos y, en particular, de Gran Pantea. Tampoco intuirá ni por asomo esta misma situación Joseph cuando es contratado por el prohombre Luan Bródovin como su escudero.
Luan y su inseparable Joseph recorrerán Gran Pantea reuniendo a todos aquellos aliados que quieran acompañarlos y batallar por una causa justa: el regreso de la Corona de Gran Pantea a sus legítimas manos, que serán encarnadas, sin esperarlo, por la bella Selyse.
En su desafiante y arriesgada misión, caballero y escudero irán sumando efectivos a su peculiar ejército, formado por personajes de diferentes razas: hombres comunes, prohombres, halfings, magos..., adentrándose en mundos para muchos de ellos totalmente desconocidos, luchando en cruentas batallas, saboreando grandes victorias y conociendo una magia oculta y poderosa que los malignos enemigos también querrán tener en su poder.
El códice perdido es la primera novela perteneciente a la saga El sexto reino, que adentrará al lector en un mundo de fantasía y ficción que le cautivará y atrapará haciéndole querer tener ya la segunda parte en sus manos.
El mundo de Perseos está basado en un planeta ficticio similar a nuestra Tierra, con su sol como estrella que evidencia que se trata de un lugar que puede albergar una vida parecida a la que conocemos. También posee una luna como satélite natural, el cual es utilizado en la novela para contabilizar el transcurso de los días.
Por mostrar diferencias con nuestro hogar, en Perseos se vive en la época medieval, donde la mitología se muestra más real que la historia aunque a esta no se le da la espalda ya que el libro transcurre tal y como se vivía en aquellos tiempos.
El título de “El sexto reino” tiene mucho que ver en la configuración del mapa. No hay que ser muy avispado para darse cuenta de la base del pasaje que se quiere contar y que tendréis que leer para sacar vuestras propias conclusiones.
Al norte, se encuentra Pantea del Norte, que tras una rebelión producida en el pasado se consiguió que sus vecinos sureños se adhirieran a ellos, creando así el gigante reino de Gran Pantea. Aquí habitan los hombres comunes, seres como lo pudieron ser nuestros antepasados.
Al este de este mundo viven los prohombres, en el reino de Estépolis. Estos son similares a los anteriores pero mejorados genéticamente en todos los aspectos: agudeza en los sentidos, belleza, altura y saber estar.
Al norte de estos se sitúa un extraño y diminuto reino, conocido como el Reino de Piedra. Aquí albergan vida unas criaturas muy extrañas, hechizadas en el pasado por razones de diferente índole. Esto llega a lograr que sus cuerpos poco a poco se conviertan en piedra, haciendo que su piel termine formando parte del pasado. Son conocidos como “los brutos”, debido a su robustez e incalculable fuerza.
En el lejano suroeste y alejados de cualquier civilización, separados por el mar, los a habitantes del Reino Negro desarrollan su pueblo a más velocidad que aquellos que históricamente les habían odiado por el color de su piel.
La Ciudadela de Los Magos no es un reino, pero quien lo habita es tratado como sabio, siendo los maestros de cada reino los más competentes en su labor.
Por devoción del autor y por amor a ellos, los halfings son nombrados en último lugar. Tanto es así que cuando concluya la trilogía, tienen reservada una novela sólo para ellos y su historia. Estos seres son poco más altos que un niño común de 7 u 8 años, pero su astucia e inteligencia les hacen ser respetados por todos. Gracias a su prolongado estudio de plantas y animales desde el inicio de los tiempos, consiguen demostrar a los habitantes de Perseos que lo siempre habían creído que se trataba de historietas cantadas por juglares, realmente demuestran que sus palabras son transcursos de pasajes veraces de la historia.
Alberto Alcocer Falcón nació en Córdoba en 1986. Por necesidades familiares, ha vivido en diferentes puntos de la geografía española, destacando ciudades como Burgos, Logroño, Málaga o Madrid. Actualmente está ubicado con su propia familia en la ciudad de Cuenca, provincia a la que pertenece la comarca alcarreña donde se situa Villalba del Rey, de donde provienen sus raíces familiares.
Desde su infancia, el autor ha mostrado un gran interés por las artes literarias y plásticas (conocido en sus obras con la firma «Kongarti»). Dedica gran parte de su tiempo a la pintura y escritura, siendo esta novela, El códice perdido, su primera obra de la saga El sexto reino.
Estas palabras, si son leídas por el lector, el trabajo habrá merecido la pena, ya que, sin ellos, la obra que tenéis por delante no habría sido tan satisfactoria para mí como lo es ahora.
A Antonio J. de la Fuente, por quien, gracias a sus correcciones e incisos, la novelatiene más sentido para el lector al conseguir abrirme los ojos para ser más exigente con la explicación de la historia y poder ser entendida por todos. Es impagable todas las horas que has dedicado al libro y quisiera que sepas que, al final, considero que es tan tuyo como mío.
También he de nombrar a Puri Tomás e Isabel Alarcón, ya que gracias a ellas la obra mejoró, dándole el punto de profesionalidad del que quizá carecía. Vuestro tiempo ha sido un regalo que ha mejorado el trabajo y siempre os estaré agradecido.
Muchas gracias a los tres. Aunque no quisiera olvidarme de todos los amigos que han compartido conmigo durante mucho tiempo conversaciones sobre la historia. Y a mi familia, por su apoyo incondicional. Todos habéis sido importantes y causantes de empujarme a realizar las páginas que hay por delante, siendo algo de lo que me siento muy orgulloso y, en parte, es gracias a vosotros.